UN DÍA COMO HOY...


El 16 de junio es una fecha muy especial para nosotros, ya que además de que San Enrique de Ossó y Cervelló fue canonizado el 16 de junio de 1993; cuatro años después, en esa misma fecha, pero de 1997, fueron bendecidas las primeras instalaciones del Centro de Estimulación Temprana Enrique de Ossó de Reynosa. A.C. 
Desde entonces, cada día, San Enrique de Ossó está presente en nuestra vida, en nuestra institución, en el trabajo, en nuestras obras y nuestro corazón. 
San Enrique nos hace sentir que todo es posible con la fe en Jesús, la oración y buenas obras.
Con entrega y alegría seguimos su ejemplo difundiendo las grandes enseñanzas de San Enrique, quien nos dio como Maestra de vida y oración a Teresa de Jesús.

"Por los niños a la conquista de los hombres".
(San Enrique de Ossó)

BENDICION DEL LOCAL CENTRO EST. TEMPRANA ENRIQUE DE OSSO
Momento de la Bendición de las primeras instalaciones del Centro de Estimulación Temprana Enrique de Ossó, A.C. de Reynosa. Lunes 16 junio de 1997.

Bendición del primer local del Centro de Estimulación Temprana Enrique de Ossó Reynosa
Algunas de las Fundadoras del Centro de Estimulación Temprana Enrique de Ossó A.C. de Reynosa, el 16 de junio de 1997.  
BENEFACTORES EST. TEMPRANA ENRIQUE DE OSSO
Primeros benefactores de Estimulación Temprana Enrique de Ossó, A. C. con la especialista en Estimulación Temprana (nuestra asesora) Ana María Hernández (al centro).
PRIMERO ALUMNOS EST. TEMPRANA ENRIQUE DE OSSO
La directora de Estimulación Temprana Enrique de Ossó, A.C., Sra. Elvira V. de Espinosa  con algunos de los primeros alumnos. (A la derecha, en brazos, el pequeño Enrique).

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¿Qué es una canonización?

La canonización es el acto mediante el cual la Iglesia católica, tanto en su rito oriental como en el occidental, declara como santo a una persona fallecida. 
Este proceso comprende la inclusión de dicha persona en el canon o la lista de santos reconocidos, así como el permiso para rendir culto público y universal a esa persona, a la cual se le asigna una fiesta litúrgica, se le dedican iglesias, capillas o altares, y se reconoce su poder de intercesión ante Dios. 

Hay cinco pasos en el proceso oficial de la causa de los santos, una vez transcurridos cinco años desde la muerte del candidato o candidata:

1.-Postulación: Se presenta y da a conocer la intención de elevar a la santidad a esa persona, y se recaban datos biográficos y testimonios.

2.- La persona es declarada "sierva de Dios".
3.- La persona es declarada "venerable".
3.- Beatificación: La persona es declarada "beata" si se prueba la existencia de un milagro debido a su intervención.
4.- Canonización: La persona es declarada "santa" cuando se le atribuye un segundo milagro.

La canonización de Enrique de Ossó

FOTO ENRIQUE DE OSSO
San Enrique de Ossó (1840-1896)
Enrique de Ossó y Cervelló fue canonizado el 16 de junio de 1993 por el papa Juan Pablo II, durante su viaje apostólico a España. 
La ceremonia se realizó en la Plaza Colón de Madrid durante la Eucaristía con el Pueblo de Dios. 
En la homilía de la ceremonia de canonización, Juan Pablo II dijo: "Enrique de Ossó buscó y encontró sabiduría, la prefirió a los cetros, a los tronos y a la riqueza.
Desde su juventud, al abandonar la casa paterna, refugiándose en el monasterio de Montserrat, sintió que Dios le llamaba para hacerle partícipe de su amistad. Seducido por la luz que no tiene ocaso encontró el "tesoro inagotable" y lo dejó todo para poseerlo.
Su padre quería que fuera comerciante; y él, como el comerciante de la parábola evangélica, prefirió la perla de gran valor, que es Jesucristo.
El amor a Jesucristo lo condujo al sacerdocio, y en el ministerio sacerdotal, Enrique de Ossó encontró la clave para vivir su identificación con Cristo y su celo apostólico.

SAN ENRIQUE BUEN SOLDADO DE CRISTO
Como “buen soldado de Cristo Jesús” tomó parte en los trabajos del Evangelio y encontró fuerzas en la gracia divina para comunicar a los demás la sabiduría que había recibido. Su vida fue, en todo momento, contacto íntimo con Jesús, abnegación y sacrificio, generosa entrega apostólica.
De la mano con Teresa de Jesús, Enrique de Ossó entiende que el amor a Cristo tiene que ser el centro de su obra. Un amor a Cristo que cautive y arrebate a los hombres ganándolos para el Evangelio. 
Urgido por este amor, este ejemplar sacerdote, nacido en Cataluña, dirigirá su acción a los niños más necesitados, a los jóvenes labradores, a todos los hombres, sin distinción de edad o condición social; y, muy especialmente, dirigió su quehacer apostólico a la mujer, consciente de su capacidad para transformar la sociedad: “El mundo ha sido siempre -decía- lo que le han hecho las mujeres. 

SAN ENRIQUE Y TERESA DE JESUS
Un mundo hecho por vosotras, formadas según el modelo de la Virgen María con las enseñanzas de Teresa”. Este ardiente deseo de que Jesucristo fuera conocido y amado por todo el mundo hizo que Enrique de Ossó centrase toda su actividad apostólica en la catequesis. En la cátedra del Seminario de Tortosa, o con los niños y la gente sencilla del pueblo, el virtuoso sacerdote revela el rostro de Cristo Maestro que, compadecido de la gente, les enseñaba el camino del Cielo."
El papa Juan Pablo II concluyó la homilía con estas palabras: "Su espíritu está marcado por la centralidad de la persona de Jesucristo. “Pensar, sentir, amar como Cristo Jesús; obrar, conversar o hablar con Él; conformar, en una palabra, toda nuestra vida con la de Cristo; revestirnos de Cristo Jesús es nuestra ocupación esencial”. Y junto a Cristo, profesaba una piedad mariana entrañable y profunda, así como una admiración por el valor educativo de la persona y la obra de Santa Teresa de Jesús."

Tema compartido por

Instituto Enrique de Ossó, Reynosa,Tamaulipas


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