Instituto Enrique de Ossó Blog-Reynosa: ¡SANTA TERESA NOS TRANSFORMA!

CELEBRACIÓN DEL V CENTENARIO SANTA TERESA DE JESÚS

En el Instituto Enrique de Ossó de Reynosa celebramos con gran alegría el V Centenario del Nacimiento de Santa Teresa de Jesús.

Felices porque Santa Teresa de Jesús nos enseñó a "transformarnos de gusanos a mariposas"; porque nos enseñó a volar y a ser verdaderos Amigos de Jesús.

En armonía, entre cantos, oración, reflexiones, bailes, pasteles y globos; agradecimos a Dios el don de vida de Santa Teresa, y pedimos su intercesión para que el mundo entero reciba gracias y bendiciones.

"...Quien a Dios tiene nada le falta

Sólo Dios basta."

Felicidades a toda
la Familia Teresiana
de San Enrique de Ossó.

¡Todo por Jesús!

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(Después de la siguiente información- al pie de página- se encuentran los ENLACES para ver todos los ÁLBUMES DE FOTOS de nuestra celebración).

El Mensaje de Santa Teresa

Entre muchas grandes cosas, Teresa de Jesús, con el ejemplo de su propio camino de vida espiritual, nos ha dejado una codificación por medio su obra mística más famosa "El Castillo Interior" el mensaje de: Camino hacia la transformación, para entenderla, vivirla y compartirla.

Transformarnos conociendo nuestro interior (Las siete moradas) y comprendiendo el simbolismo del "gusano de seda que renace en mariposa" (expresando el paso de lo natural a lo sobrenatural).

“En esta quinta morada -dice Teresa- se produce como efecto algo que nos deja más claridad que la experiencia vivida. Es que la vida toda se transforma.”

"Poniendo como comparación lo que ocurre con los gusanos de seda, los que después de un tiempo hacen su capullo y salen transformados en mariposas blancas, así, algo similar hace Dios con nosotros en estos instantes de oración en que nos une a sí mismos. Morimos a nosotros mismos y salimos transformados como mariposas, en menos de media hora. No creo que nunca llegue a más la duración de esta oración. En ese momento se produce un cambio difícil de comprender.”

La grandeza de
Santa Teresa de Jesús

Teresa de Cepeda y Ahumada, conocida como Santa Teresa de Jesús o Teresa de Ávila nació el 28 de marzo de 1515 y murió el 4 de octubre de 1582. Ella supo que dando su vida por todos, Jesús le había marcado un rumbo, le pedía que siguiera sus huellas, y que andando junto a Él, también ella podría contribuir a cambiar la historia, a transformar la ciudad terrena en Ciudad de Dios, a dibujar sobre este mundo el Reino. Y se puso en camino.

Motivo de la celebración
del V Centenario

Celebrar el V Centenario del Nacimiento de Santa Teresa, nos ayuda a enfrentar el presente y el futuro con coraje, con creatividad y con decisión, apostando por un mundo más justo, más solidario, en el que cada persona pueda descubrir que es única e irrepetible, que es amada y que está llamada a ser feliz, pero que no lo será si se encierra a sí misma, y no es capaz de abrirse a Dios y a los otros.

La celebración del V Centenario tiene como objetivo principal el de invitar a todos a un encuentro profundo con Teresa, no por curiosidad u obligación, sino tomando conciencia de que nos implica, de que nos cuenta cosas que sentimos de algún modo nuestras; lo que ella nos cuenta, de alguna manera está dentro de nosotros y nos sucede.

Santa Teresa de Jesús es considerada como una de las mujeres más grandes y admirables de la historia, como la cumbre de la mística experimental cristiana y una de las grandes Maestras de la vida espiritual en la historia de la Iglesia. Santa Teresa de Jesús, nos enseña a encontrar a Dios en nuestras vidas y a relacionarnos con Él.

La voz de la primera Doctora de la Iglesia universal ha resonado más allá de la Iglesia católica, suscitando simpatías en todo el mundo, y trazando puentes de diálogo con los tesoros de espiritualidad de otras culturas religiosas.

Teresa de Jesús, quien supo de las dificultades de los caminos, nos invita a caminar llevando a Dios en el corazón.

El Castillo Interior

"El castillo interior" conocido también como "Las Moradas" es el último libro que escribió Santa Teresa de Jesús, para muchos su mejor obra, y una de las cumbres de la mística cristiana y de la prosa española del Siglo de Oro. Fue escrita en 1577 como guía para el desarrollo espiritual a través del servicio y la oración.

Se trata de siete moradas o cinco estados de oración, llevados en forma progresiva hacia el estado perfecto de unión con Dios.

Santa Teresa imagina en esta obra el alma como un castillo muy hermoso, de fino diamante conformado por siete moradas o aposentos, en cuyo centro está Dios, que es el Rey de este lugar.

Las Moradas son una alegoría de los grados de la vida espiritual. En esta obra se destacan cuatro símbolos mayores: el castillo, las dos fuentes, el gusano de seda y el símbolo nupcial.

El símbolo base es el castillo y sirve para plantear la obra; sobre él reposa la versión que Santa Teresa da al misterio de la vida espiritual, un misterio profundamente humano. Las Siete Moradas son siete fases del proceso espiritual; pero a la vez corresponden a siete estratos del espíritu.

Las Moradas del
Castillo Interior

La Primera Morada presenta una vida espiritual estrechamente ligada al cuerpo y la sensibilidad, la última Morada es descrita unificada y en estrecha conjunción con el centro del alma, abertura del espíritu a lo trascendente.

Los otros tres símbolos, con funcion complementaria, para enfocar un momento crucial del proceso: El paso a la vida mística (fuentes), o el comienzo de la unión mística (gusano de seda), o la santidad final (símbolo nupcial). Las dos fuentes son el tema de las moradas cuartas y señala la división de las vertientes entre lo natural y lo sobrenatural. Son dos fuentes, una lejana, con el manantial en lo exterior de castillo, la otra dentro, casi intercalada en los pliegues ontológicos de lo humano. (Ontología: la razón del ser en cuanto ser, busca determinar las categorías fundamentales de la existencia y la realidad). EL brote de la segunda fuente simboliza el flujo de la gracia mística. Una gracia no condicionada ya por el esfuerzo humano, pero que brota de lo hondo del hombre y lo dilata, lo libera y lo introduce en otra forma de vida: Aquí la vida es don y gracia, mucho más que esfuerzo y lucha, como era en las jornadas de la primera fuente.

El gusano de seda es el símbolo más delicado y cuidado. Aparece en las moradas quintas para centrar el punto focal: La Transformación en Cristo como término del proceso de muerte-resurrección del cristiano.

PRIMERAS MORADAS

Trata de la hermosura y dignidad de nuestras almas.

En el capítulo dos trata de cuán fea cosa es un alma que está en pecado mortal

Entrar en el Castillo, convertirse, iniciar el trato con Dios (oración), conocerse a sí mismo y recuperar la sensibilidad espiritual.

SEGUNDAS MORADAS

Trata de lo importante que es la perseverancia para llegar a las siguientes moradas y cuánto conviene no errar el camino en el principio.

Luchar, porque aún acecha el pecado. (Oración meditativa).

TERCERAS MORADAS

Trata de la poca seguridad que se puede tener mientras se vive en este destierro. En el capitulo 2 trata además de la necesidad de probarnos y las pruebas del Señor a los que están en estas moradas.

La prueba del amor.

CUARTAS MORADAS

Trata de la diferencia que hay de contentos y ternura en la oración, y de gustos, y dice el contento que le dio entender que es diferente el pensamiento y el entendimiento.

Brota la fuente interior, paso a la experiencia mística, pero poco a poco, intermitentemente. Recogimiento de la mente y quietud de la voluntad.

QUINTAS MORADAS

Cómo en la oración se une el alma con Dios.

Muere el gusano de seda, el alma renace en Cristo. Estado de Unión, bien sea "mística" desde lo hondo de la esencia, o "no regalada", por conformidad de voluntades, manifestada especialmente en el amor del prójimo.

Moradas I-III: El gusano grande y feo que se nutre y arrastra a ras de tierra.

Moradas IV: La reclusión del gusano en el capullo.

Moradas V: Muerte de la crisálida y nacimiento de la mariposa dentro del capullo (Unión con Cristo y vida nueva).

Moradas VI-VII: Vida libre y vida nueva de la mariposa.

SEXTAS MORADAS

Maneras en que el Seór despierta el alma. Algunas señales para que se conozca cuando no es engaño y cuando lo es

El crisol del amor. Nuevo modo de "sentir los pecados". Cristo presente por una manera admirable, en donde divino y humano junto es siempre es compañía del alma. El alma queda sellada.

SÉPTIMAS MORADAS

Trata de las grandes gracias que hace Dios a las almas que han llegado a entrar en las séptimas moradas.

Matrimonio místico.

Cristo ha sdo el punto principal a lo largo de todo el proceso. Desde las primeras moradas; "Pongamos los ojos en Cristo nuestro bien (cf. Hbr. 12, 9), y allí aprenderemos la verdadera humildad" (I, 1,11). Hasta la última página de las séptimas: "¡Los ojos en Cristo crucificado!" (VII, 4,8).

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