Presentación de los Niños en el Templo
A las 4 de la tarde del viernes 24 de enero, pequeños niños y niñas del Instituto Enrique de Ossó que aún no habían sido Presentados en el Templo, recibieron en la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, la bendición del Pbro. Pedro Contreras Hernández quien celebró una emotiva Misa, a la que asistieron los padres de familia y amigos invitados. A pesar del intenso frío, todos asistieron a la Ceremonia.
Como sucede cada año en este Acto de Fe, algunos niños de Kinder del Instituto, representaron a José, María, Simeón y Ana, con lo que se ilustran de atractiva manera aquellos acontecimientos que dieron origen a esta tradición de la iglesia.
Alumnos de grupos más avanzados también participaron en la celebración.
Alumnos de grupos más avanzados también participaron en la celebración.
Presentación del Niño Jesús en el Templo
José y María llevaron al Niño Jesús al templo de Jerusalén, en ese tiempo la ley prescribía en el Levítico, (Ley de Moisés) que toda mujer debía presentarse en el templo para purificarse a los cuarenta días que hubiese dado a luz.
Si el hijo nacido era varón debía ser circuncidado a los ocho días, y la madre debería permanecer en su casa durante treinta y tres días más, purificándose a través del recogimiento y la oración.
Cuando se cumplía la fecha, acudía en compañía de su esposo a las puertas del templo para llevar una ofrenda: un cordero y una paloma o tórtola.
Todo primogénito debía ser consagrado al Señor. José y María llevaron a su hijo al templo de Jerusalén, como eran pobres, llevaron dos palomas blancas. Al entrar al templo, el anciano profeta Simeón, movido por el Espíritu Santo tomó en brazos a Jesús y lo bendijo diciendo que Él sería la luz que iluminaria a los gentiles. Estaba allí también una anciana profetisa llamada Ana, quien al ver al Niño Jesús, se puso a dar gracias a Dios, hablaba acerca del Niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén.
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